Benito PérezGaldós (Las Palmas de Gran Canaria 1843- Madrid 1920)
Galdós, republicano contra la casta
Galdós, republicano contra la casta
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La Fontana de Oro |
Galdós es
quizá el ejemplo más claro de lo que fue un liberal fatigado por la corrupción política,
siempre frustrado y enormemente contradictorio.
Comenzó su itinerario liberal en el progresismo, a
mediados de la década de 1860. Escribió sus primeros artículos políticos en el
progresistaLa
Nación, al final del reinado de Isabel II, entre 1865 y 1868. Contempló
la deriva autoritaria de la reina y de los moderados, desde la noche de San
Daniel, el 10 de abril del 65, en la que la Guardia Veterana, bajo las órdenes
del ministro González Bravo, cargó contra los estudiantes y viandantes,
causando más de una decena de muertos. Asistía a las sesiones de Cortes, y
escribía las crónicas parlamentarias de un mundo a punto de desaparecer. El
reinado agonizaba, y el episodio del cuartel de San Gil, el 22 de junio de
1866, concluido trágicamente con el fusilamiento de los sargentos sublevados,
le dio la puntilla.
Mientras, Galdós escribía contra los moderados,
unas "momias
animadas", decía, "revestidos
de esa cómica seriedad que caracteriza a los anticuarios";
lo mismo que contra la Unión Liberal, una pléyade "presupuestívora". Y
atizaba a los neocatólicos, un
partido.
Yo nunca había sentido gran vocación por
la política; pero sin esperarlo y por obra y gracia de Ferreras, me encontré de
pronto con la investidura de representante de la nación.
Jamás iría yo adonde la política ha
venido a ser, no ya un oficio, sino una carrerita de las más cómodas, fáciles y
lucrativas, constituyendo una clase, o más bien un familión vivaracho y de buen
apetito que nos conduce y pastorea como a un dócil rebaño.
Ha llegado el momento de que los sordos
oigan, de que los distraídos atiendan, de que los mudos hablen [para acabar
con] la mayor barbarie política que hemos sufrido desde el aborrecido Fernando
VII.
la imagen de la Segunda República
española, amaestrada por el tiempo.
El
ideario de Galdós era francamente sencillo: el régimen era una farsa para
beneficio de una casta que gobernaba de espaldas al pueblo. La solución era
construir un verdadero Estado liberal, gobernado por los representantes de la
voluntad popular, a fin de reformar el país. La culpa, para Galdós y casi
todos, era de los Borbones, por lo que aplaudió la revolución de 1868 que los
destronó, y ya pudo entonces escribir:
¡Qué familia, santo Dios! En la fisonomía de todos ellos se
observaban los más claros caracteres de la degradación. Ni una mirada inteligente,
ni un rasgo que exprese la dignidad, la entereza, la energía, el talento.
En uno de
sus giros políticos, Galdós se situó entre los liberales de orden, o quizá el
inteligente José Luis Albareda supo atraerlo a una de sus publicaciones, la
sólida La Revista de España. Al
parecer, la amistad entre Albareda y Galdós era muy estrecha; al punto de que
el primero confió al segundo la dirección de la revista, y luego de El Debate (1871-1872). De ese paso por el lado ordenado
del liberalismo han quedado sus novelas La Fontana de Oro (1870) y El audaz (1871), en las que mostraba su desconfianza
hacia la democracia populista, esa que parece poderlo todo por y para el pueblo
y que acababa siempre en dictadura y en víctima de los engaños de los enemigos de la libertad.
Los artículos de Galdós entre 1869 y 1873 criticaban por igual la"demagogia blanca" del carlismo, que se había
vuelto a levantar en armas contra la libertad –lo que asentó su
anticlericalismo–, y la"demagogia
roja", la de esos republicanos admirados por la Comuna de
París y esos comunistas
sedientos de venganza y envidia contra las clases acomodadas,
y que aspiran a reformar las condiciones de trabajo y de la propiedad,
realizando el ideal de la holgazanería y de la miseria.
Empezó
entonces la redacción de los Episodios Nacionales, un retrato magistral de la sociedad de su
tiempo, pero que esconden en su quinta serie, la del Sexenio, escrita entre
1907 y 1912, los fracasos republicanos, y su apoyo personal a Sagasta y Amadeo
de Saboya. Esta identificación le valió su elección como diputado cunero, ya en 1886, por un distrito de
la isla de Puerto Rico que nunca llegó siquiera a visitar. En una
vuelta de tuerca, esta participación en la corrupción la usó al final de su vida
para criticar al régimen, y llegó a declarar: …
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Benito Pérez Galdós. Episodios nacionales |
Los Episodios
nacionales son una colección de cuarenta y seis novelas
históricas escritas por Benito Pérez Galdós que fueron redactadas entre 1872 y 1912.2Están
divididas en cinco series y tratan la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente.
Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los
acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española,
un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su
padre, militar que había participado y combatido en ella….
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Publicado por Alejandro Mon