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¿Quién manda en ForoAsturias? ... Cascos o Cristina?
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Comisión Directiva de Foro ... ¿Quién es el Vicesecretario de Comunicación? |
¿Quién manda en ForoAsturias? ... Cascos o Cristina?
Sobre las
declaraciones de la presidenta de Foro, Cristina Coto
Querida Cristina:
Lo que has dicho
públicamente sobre mí no se ajusta a la verdad, puesto que a día de hoy sigo
siendo vicesecretario de Comunicación del Partido y presidente de la Comisión
de Fomento, al menos formalmente, hasta que se produzca una decisión explícita
sobre mi cese en la Comisión Directiva, que hasta donde sé, aún no se ha
producido, a pesar de que me hayáis borrado de malas maneras -la cosa tiene su
punto estalinista- de la Web del partido, tal y
como cuenta hoy Álvaro Faes en La Nueva España, que se divierte,
como es natural, con este triste espectáculo que estáis dando, al negarme mis
más elementales derechos democráticos. Te recuerdo, que cuando empezamos,
éramos un partido “regeneracionista”, que venía a combatir los modos y las
maneras de los partidos “tradicionales”.
Reproduzco el correo
que os envié el pasado día 20 de abril, ya que a él te has referido
públicamente, en el que queda claramente demostrado que no “abandoné mis
responsabilidades en el partido”, como te atreves a decir de manera poco
rigurosa y nada respetuosa con mi compromiso de años con Foro Asturias -y en
particular, con la figura del que fuera su presidente-, para aclarar que aparte
de haber tenido un achaque de una antigua enfermedad crónica que te comuniqué
en otro correo anterior de los que intercambiamos por aquel entonces, que me
impedía comprometerme en la campaña, también tenía serias discrepancias con el
proceso congresual y su triste desenlace, de las que quería hablarte, pero que
no merecieron respuesta alguna.
Así pues, ni abandoné
nada, ni dimití, sino que pedí un procedimiento ordenado de transmisión de
responsabilidades, para minimizar daños para todos, y al final,
me “borráis” recurriendo a la triste y nada regeneracionista práctica de
la damnatio memoriae, cuando
tras un prolongado silencio, respetuoso con la campaña y la convocatoria electoral,
opto por hacer pública una petición democrática elemental, ya que no se me
responde en privado. Mal vamos.
Y es que
desde entonces, desde que envié ese correo, hasta que publiqué en mi blog,
Foroproaza, un escrito titulado “Carolina
nos la quiere dar con queso: espicha por congreso“, esperé
pacientemente a que transcurriesen las elecciones, para, a diferencia de
otros, evitar cualquier daño a nuestras expectativas electorales.
Vuestra respuesta a
mi escrito -y la segunda persona del plural se hace cada vez
más necesaria en tu caso-, tras el silencio a mi correo en el que os
comentaba que “mi falta de entusiasmo crece a medida que voy encajando las
piezas sobre lo ocurrido en Oviedo desde las elecciones europeas”, el
“borrado”, es suficientemente elocuente. Tus declaraciones, coherentes con ese
triste proceder, indican que tomas partido por la continuidad de Carolina
Morilla, al frente de Oviedo, sin celebrar el imprescindible congreso, y te
niegas a escuchar mis razones -mientras se desatan las pasiones linchadoras
contra mí-, tras el estrepitoso fracaso electoral en la Capital de Asturias.
Mal asunto.
Sabes muy bien a qué
me refería en realidad en ese correo, y lo sabes porque me consta que te
lo han comentado, aunque desde ese día no volvimos a mantener ninguna
conversación seria, pues la última vez que nos sentamos juntos, en tu
despacho, a petición mía, el mismo día de la publicación del escrito de José Antonio Caicoya,
comunicando su renuncia a encabezar Oviedo, me encontré a Enrique Álvarez Sostres a la puerta de la sede, y con su sorna
habitual, me dijo: “a grandes males grandes remedios: Carolina Morilla”. Es
decir, que me consta que el carro se puso delante de los bueyes, y la decisión
que adoptó después la Comisión Directiva de Oviedo ya estaba tomada
previamente, todavía no sé por quién, y ya no tenía sentido hablar de
nada, como efectivamente sucedió. Comentamos cuatro chorradas, le di la mano al
secretario general que estaba en tu antedespacho, al que hacía tiempo que no
veía, y hasta hoy.
Para mí, aunque aún
me falten algunos datos, quedaba ya totalmente claro lo que me temía, que se
había decidido forzar a Caicoya a dimitir, de manera parecida a como se había
decidido impulsar su candidatura un año antes -cosa que yo desconocía-, para
poner en su lugar a una perfecta desconocida en Oviedo, como Carolina, en
contra de mi recomendación, plasmada en un correo anterior, en la que os pedía
que se respetase, de la forma que os propuse, el resultado de las Primarias de
Oviedo,teniendo
en cuenta a los tres candidatos. La democracia es sagrada,
y por encima de las fobias, las filias y las confianzas personales, está el
respeto por las formas. Al menos esa es mi convicción: dixi
et salvavi animam meam (perdón por la cita del gran filósofo
Karl Marx). …
Por Juan Vega
Publicado por Alejandro Mon