NO ES EL CAMINO
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Un Gobierno asturiano, socialista, que castiga fiscalmente sin piedad a los asturianos, que quiere la "armonización fiscal" con el resto de las Comunidades Autónomas "por arriba". |
Por seguir con aquel pensamiento de
Napoleón que decía: “La victoria es del más perseverante”, no me cansaré de repetir dos frases sobre la
situación fiscal en Asturias:
- "Nacer, vivir y morir en Asturias es más caro que en el resto de España", y
- "Asturias es un infierno fiscal".
Poco a
poco, quizá demasiado poco a poco, este
mensaje va calando entre los asturianos; no así en el Gobierno de Don Javier
Fernández, que se aferra a seguir por el camino equivocado.
Esta semana hubo un debate muy interesante
en La Granda sobre las diferencias
impositivas entre el Principado de Asturias y el resto de las autonomías. Una
vez más, se puso de manifiesto que, junto a Cataluña y Andalucía, nuestro
querido Principado tiene el sistema impositivo más alto de España y el peor
posible para los ciudadanos asturianos.
En Septiembre del 2013, El Gobierno de
España encomienda a una comisión de 9 expertos, presidida por Don Manuel Lagares, la elaboración de
una propuesta para la reforma del sistema tributario. Me gustaría mediante este
artículo, de una forma sencilla, explicarles en que consistía:
- CONTEXTO ECONÓMICO: Comienzo de la recuperación económica, fuerte aumento de las exportaciones, reanimación todavía débil del consumo, fuerte endeudamiento y desempleo muy elevado.
- OBJETIVOS DE LA REFORMA: Simplificar el sistema, reducción del déficit público, mayor crecimiento económico y empleo a través del estímulo de la recuperación, justicia en la imposición mediante el trato igual a iguales y reducir el apalancamiento de familias y empresas impulsando el ahorro privado.
La idea básica estaba clara: Se trataba de
modernizar la economía y de ayudar al crecimiento económico y al empleo mediante
una reforma fiscal.
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La red clientelar del PSOE e IU, colocada en el sector público asturiano, usufructuaria del mismo en exclusiva, ahoga al resto de los asturianos con los elevados impuestos que tiene que pagar para su mantenimiento: RTPA, COGERSA ... etc. |
Como
sería muy largo comentar toda la reforma, voy a centrarme en las propuestas más
importantes y cuya capacidad normativa depende del Principado de Asturias, es
decir, aquellos impuestos que los decide en estos momentos Don Javier y su
gobierno, y comparando la situación de Asturias con la Comunidad de Madrid:
1- IRPF Tramo Autonómico: La
comisión dice que hay que bajar las tarifas y los tipos. En Madrid están entre
el 9,5% y el 21%. En Asturias entre
el 10% y el 25,5%, siendo los más altos de España junto a Andalucía y Cataluña.
2- Impuesto de Patrimonio: La
propuesta de la comisión es contundente. Hay que suprimirlo para toda España.
Es un impuesto que en Europa solo existe en Francia para grandes fortunas. Es
confiscatorio, injusto y de poca recaudación. En España existe, pero así como
en Madrid está bonificado al 100% (no se paga nada), en Asturias se paga incluso más que el tipo general, pudiendo
llegar hasta el 3% anual.
3- Impuesto de Sucesiones y
Donaciones: La comisión propone un impuesto armonizado para toda España que, en
función del parentesco, estuviera entre un 4% y un 10% máximo. En Madrid está
bonificado hasta el 99% (se paga solo el 1%), en Asturias puede llegar hasta el 36,5%.
4- Impuesto de Trasmisiones
Patrimoniales: La proposición es que desaparezca
progresivamente. En Madrid se paga el 6% del valor de la transmisión. En Asturias entre el 8% y el 10%.
5- Impuesto de Actos Jurídicos
Documentados: Lo mismo que en el Impuesto de transmisiones se propone la progresiva
desaparición. En Madrid el tipo general es del 0,75%. En Asturias del 1,2%.
Habrán visto que las diferencias son
abismales. Es más, este año en un artículo publicado en La Nueva España, ponía
un supuesto en el que mientras un madrileño pagaba 60.000 euros, un asturiano
pagaría 446.000. La diferencia era de 386.000 euros, lo que significaba un
643%; ¡casi nada!
Cada vez con más asiduidad, se escucha decir
al Presidente del Principado que quiere una armonización fiscal en España,
porque los impuestos actuales crean desigualdades entre los diferentes
ciudadanos. Lo que no dice Don Javier, pero lo piensa, es que, al contrario de
los ciudadanos de Madrid, él lo que quiere es que la armonización se haga por
arriba, es decir que los madrileños paguen como los asturianos, no al revés. Lo
que le gustaría al Presidente no es solucionar el problema de los asturianos,
sino castigar a los madrileños para que padezcan el mismo infierno que los
asturianos.
Me consta que el presidente está muy
preocupado, que no tan ocupado. Es constante el éxodo de Asturianos que
abandonan el Principado para irse a Madrid, incluso algunos de los más ilustres
ya residen en el extranjero. Pero la cuestión no se endereza llorando, como
siempre hace Don Javier, sino tomando las decisiones adecuadas en el marco de
las competencias autonómicas. Por cierto, llegado a este punto, y en aras de la
transparencia, nos gustaría saber el número de contribuyentes asturianos que
abandonaron el Principado y el montante total de lo que dejó de ingresar la
comunidad por IRPF y Patrimonio en los últimos diez años. El dato lo tienen. No
lo dan. ¿Por qué? ¿Tan malo resulta?
Y ojo con la nueva financiación autonómica,
hay que tener en cuenta que los criterios de financiación de las comunidades
autónomás se basan sobre todo en la población y en la recaudación impositiva, y
son parámetros en los que vamos a estar muy penalizados.
La combinación de una pérdida de personas galopante (4.500 en el primer semestre), con
un menor crecimiento que el resto de España y unos impuestos confiscatorios de
la renta disponible de los asturianos, hacen que la creación de riqueza y el
crecimiento económico se ralenticen.
Nunca el camino puede ser repartir miseria.
Esa es la solución de los perdedores. Siempre fui de la opinión que una empresa
que no crece, está destinada a decrecer. Lo mismo pasa con el Principado de Asturias.
Fíjense en este dato, en la actualidad Madrid recibe más del 65% de las
inversiones productivas extranjeras en España, cuando su PIB sobre el total de
España ronda el 20%. ¿Casualidad? Nada es casual en economía, menos en
inversiones.
El debate impositivo sigue abierto en el
Principado. ¿Podrán algún día los asturianos salir a la calle y sentirse tan
orgullosos y satisfechos fiscalmente como los vascos, los navarros, los riojanos o
los madrileños? Dependerá mucho de las decisiones del gobierno de Don Javier,
pero también de la “oposición”. De momento, lo único que se puede decir es que
ese día está lejos en el calendario.
Por
Raimundo Abando
Publicado por Alejandro Mon