
Es una pena que Viliulfo no sepa absolutamente NADA de contratación pública: se va por las ramas, disparata y... se queda tan ancho ... A su defendido le pasa absolutamente igual: además de no saber NADA de contratación pública, se dedicó a viajar porm el mundo en vez de a controlar las obras. ¿Donde redactaba, Jose Luis Diaz Rato, Director de la obra de ampliación del Musel, las "certificaciones de obra" ? ¿En la habitación de los hoteles por los que pululaba con cargo al sufrido contribuyente? ... o ... tenía un negro que se las hacía y él sólo las firmaba?
PUERTO DE GIJÓN (XII): PRESUNTO FRAUDE COMUNITARIO Y NACIONAL EN LA OBRA DE AMPLIACIÓN DEL MUSEL (XII)

PUERTO DE GIJÓN (XII): PRESUNTO FRAUDE COMUNITARIO Y NACIONAL EN LA OBRA DE AMPLIACIÓN DEL MUSEL (XII)
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¿... a dónde, para qué y con quién hicieron tantos viajes? ... Que lo expliquen. |
Réplica a la "sentencia" de Raimundo Abando
04.07.2015 | 05:08
Viliulfo Díaz En mi dilatada trayectoria profesional como Letrado, a mi parecer muy
intensa y objetivamente extensa, a Dios gracias, he tenido en suerte a veces la
defensa de dificultosas causas, otras intentado, en lo posible, la reparación a
las víctimas de horrendos crímenes, pero siempre sin olvidar nunca las líneas
rojas del trabajo ejercido bajo las máximas del respeto al contrario y los
sagrados derechos de quienes se ven sometidos a la acción de la Justicia.
Al amparo del merecido derecho de réplica y en el más elevado de la
dirección letrada del injustamente aludido en este medio de difusión, D. José
Luis Díaz Rato, por un texto difícilmente calificable, sin atentar a las normas
de la ética periodística, se desea con brevedad pero firme convicción, poner en
evidencia el sin fin de despropósitos vertidos por el señor Abando Tartiere en la edición del pasado miércoles.
Como puede fácilmente comprobarse en la hemeroteca de este mismo diario, el
currículum de Don Raimundo podría definirse cuando menos de agitado y cambiante,
desde la jactancia por su pertenencia a las filas del partido actualmente al
frente de este país, o su repulsa a estas siglas para enrolarse en la aventura
redentora del popular ex Ministro de Fomento, con el mismo frenesí, como fue
por éste botado, permítaseme la jerga marinera que tan bien conoce, ante sus
primeras maniobras políticas, que le llevaron a arribar últimamente a una
asociación ad hoc, en aras de una supuesta y harto manida "regeneración
democrática" de la sociedad asturiana.
Pero si algún denominador común se observa en tal deriva, ha sido siempre
un rumbo marcado por la vendetta personal y el foco mediático. Esto es lo único
que podría explicar la prolijidad literaria de quien se presenta como
"abogado", pues los comentarios de índole calumniosa vertidos contra
mi defendido no son compatibles con la deontología profesional, más bien al
contrario, hacen un flaco favor a la apreciación pública de esta noble
actividad.
Deber recordarse que no consta que el señor Abando se encuentre personado
como acusación en el proceso judicial que se instruye en la Audiencia Nacional,
sino que simplemente ha ofrecido su colección de artículos de prensa e
impresiones personales a la Administración de Justicia; tampoco ha de omitirse
que su pretensión de alzarse como adalid de intereses espurios fue rechazada
por carencia de legitimación.
En consecuencia, el relato de su parcial e interesada visión de la
ampliación de El Musel, incluyendo una apresuradísima y frívola atribución de
delitos al ex Director del Puerto, estaría entonces sustentada por una
mayúscula ignorancia de las inevitables vicisitudes de esta magna obra
marítima, o bien por su intencionada tergiversación, respondiendo a las
finalidades antes aludidos.
La completa defensa jurídica y negación de los falseados indicios
delictivos, debe ser expuesta en el lugar que corresponde, la sede judicial,
lejos del desgraciado linchamiento al que a diario se somete, en tertulias y
foros de diverso pelaje intelectual, a quienes les corresponde la transitoria
condición procesal de imputados, que, a pesar de las connotaciones peyorativas
que algunos entienden, no supone nada mas y nada menos, en este caso, que el
señor Díaz Rato haya sido convocado por el Tribunal competente para poder
defenderse de los comentarios de café padecidos y de las acusaciones
publicitadas a cuatro vientos. Ahora se ansía su permanencia en el proceso bajo
la pena de banquillo y a la vez condena firme adelantada, por los que dicen
estar en posesión de verdades digamos que cuando menos "reveladas",
con palmario desconocimiento, o mejor animadversión, a las aún recientes,
precisas y extensas declaraciones del señor Rato ante la Audiencia Nacional.
Con un mínimo interés en la lectura de la prensa que tan a gusto se utiliza
para otros fines autocomplacientes, se podría comprobar con datos objetivos que
la adjudicación de la obra del Puerto fue totalmente lícita, su ejecución
técnicamente ejemplar y sus modificaciones y controles revisados
exhaustivamente por los órganos competentes de la Autoridad Portuaria de Gijón
y de la Administración del Estado, incluidos el mentor y posterior partido
político que en su día encumbró a Don Raimundo a la dirección del Puerto de
Avilés.
No es extraño que, por ello, se ignore que la responsabilidad de los entonces
altos cargos ministeriales, los señores Palao y Navas, fue expresada por quien
firma estas líneas; tampoco que flojee la memoria de los tiempos en que quien
ahora excusa a éstos, conferenciaba con titulares señalando a Puertos del
Estado como últimos culpables, pues "engañaban y se dejaban engañar",
o se formulaba el delirante argumento del origen de todos los males en el
contubernio, ya en 1996, entre el ex Presidente del Gobierno José María Aznar y
Convergencia i Unió.
Así las cosas, con consciencia del via crucis que espera a mi defendido por
algunos como Don Raimundo, con entusiasmo de falacias propias del púlpito en
que se creen instalados, debo invocar y ratificar con firmeza la presunción de
inocencia de José Luis Díaz Rato, sin perjuicio de la reserva y ejercicio de
las acciones civiles o penales que se consideren oportunas en la defensa no
solo de los derechos constitucionales que, a pesar de pocos le amparan, sino de
un mínimo respeto a los principios y valores de un Estado de Derecho en el que,
quien humildemente suscribe, cree y aún defiende, frente a tanta reprochable y
liviana demagogia, como la aquí combatida con este escrito.
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Viliulfo Pérez y la "falacia del espanta-pájaros"
Viliulfo Pérez y
la "falacia del espantapájaros"
Preguntas que quedan por responder sobre
las supuestas irregularidades en las obras de ampliación de El Musel
07.07.2015 | 04:58
Raimundo Abando. Si algo me sorprendió de la réplica que realizó Viliulfo Pérez Díaz a mi artículo publicado en LA NUEVA ESPAÑA sobre los sobrecostes del Puerto de Gijón el miércoles día uno de este mes fue la utilización del "Argumentum ad Hominen".
Digo esto, porque una persona que tuvo como profesor, durante su época de estudiante en ICADE, al igual que yo, al Padre Díaz Moreno, debería de saber que una de las principales cualidades que nuestro querido "Dimo" enseñaba era la caballerosidad. Y lo explicaba diciendo: "Hijos míos, tratar siempre de obrar con cortesía, nobleza y distinción". Y miren ustedes que un "letrado" de "dilatada, intensa y objetivamente extensa", como él define su carrera profesional, como toda argumentación en contra de mi artículo sea el ataque a mi persona en vez de a mis argumentos, demuestra poca cortesía, escasa nobleza y ninguna distinción. Por lo que llego a la conclusión que poco o nada le rindieron las clases de Derecho Canónico impartidas por nuestro común profesor el Padre Díaz Moreno. Y para colmo, utiliza lo que se llama la "falacia del espantapájaros", que consiste en introducir argumentos sin ninguna relación con mi artículo y rebatirlos, con la insana intención, queridos lectores, de que se olviden de lo que yo decía en el mismo, al no poder refutar ni una sola de mis denuncias.
Al contrario de mi compañero de Universidad, y siguiendo las enseñanzas de nuestro querido maestro, yo me dirigiré a él con la caballerosidad y el respeto con la que toda persona debe de ser tratada. Ahora bien, dicho lo cual, me ratifico, de manera absoluta, en las cuatro denuncias de mi artículo del día 1 de julio.
Pero aprovechando esta contrarréplica, y para que ustedes estén más informados, les quiero precisar dos asuntos: 1) La Cláusula 19 del Pliego de Condiciones sobre modificación del contrato dice: " En ningún caso el Director de obra (José Luís Díaz Rato), o el contratista podrán introducir o realizar modificaciones en el proyecto adjudicado sin la debida aprobación por parte del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de la modificación y del presupuesto resultante como consecuencia de ella" ¿Por qué se hace en el 2006 sin la autorización del Consejo, incumpliendo la Cláusula 19 del Pliego? 2) Si bien Díaz Rato firma las "Actas de precios nuevos" (a mi entender indebidamente), en abril de 2006 y en octubre de 2006, y se comienzan a pagar estos precios con carácter retroactivo desde mayo de 2005 (también indebidamente), el expediente de modificación del contrato se comienza a tramitar en octubre de 2007 y se aprueba técnicamente por el Consejo de la Autoridad Portuaria de Gijón el 18 de diciembre de ese año. Pero fíjense que digo técnicamente, porque económicamente, y de acuerdo con un Informe de la Abogacía del Estado del 15 de junio de 2011 firmado por José María Alcoba, no se aprueba por el Consejo hasta diciembre de 2009 y es el 1 de febrero del 2010 cuando, una vez aprobado en su totalidad por el Consejo, se firma el Contrato de Formalización de la Modificación Contractual entre La Autoridad Portuaria de Gijón y la UTE Dique Torres, Y esta fecha es importantísima, porque, según la Ley de Contratos del Estado, solo a partir de este momento se le pueden pagar los precios nuevos al contratista. Y la pregunta que se puede hacer, llegado a este punto, es: ¿cómo es posible que se empiecen a pagar los precios nuevos a partir de abril de 2006 y de octubre 2006 si el nuevo contrato no se firma hasta febrero de 2010? ¿Quién firma las certificaciones de obra? ¿Quién firma los pagos con los nuevos precios? ¿Quien lo autoriza todo? ¿Quien lo sabía? ¿Quién? ¿Quién? ¿Quién?...
Dije que trataría a Viliulfo Pérez Díaz con cortesía, nobleza y distinción, por eso, desde esta columna, le emplazo para dialogar sobre mis "andanzas políticas", mis "apariciones periodísticas", mi "visión sobre la ampliación del Musel", o sobre el "Pacto del Majestic", temas que, al parecer y a la vista de su réplica, le interesan mucho más que rebatir las denuncias de mi escrito.
Para terminar, me gustaría darle un consejo a tan insigne "letrado": si las opiniones solo se deben combatir por medio del raciocinio, pues a las ideas no se las fusila, contra la veracidad de unos hechos, la mejor argumentación es el silencio.
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Dique Torres planteó los sobrecostes en El Musel al poco de iniciarse la obra
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Raimundo Abando liderará la nueva derecha asturiana (LNE 9.07.2015) |
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Los sobrecostes - Director de la obra - Consejo de Administración - Abogado del Estado NOTA.-Este artículo está LLENO de falsedades y MENTIRAS ... Viliulfo, al igual que su defendido, no tiene ni idea de lo que es la contratación pública ... SOLO FALSEDADES Y MENTIRAS ... que no colarán en sede judicial. |
Dique Torres planteó los sobrecostes en El Musel al poco de iniciarse la obra
El exgerente de Dique Torres advirtió del sobrecoste dos años antes de su aprobación
Publicado por Alejandro Mon