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Las caras y cifras de los protagonistas del expolio de Caja Madrid y Bankia |
Los imputados que gastaron 15,5 millones en ocio y
lujo en 13 años ...LISTADO
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Lo que circula por la red ... |
Los
fiscales solicitan que se analice “la existencia de unas tarjetas de crédito
proporcionadas por Caja Madrid inicialmente, y después por Bankia, a algunos de
sus consejeros y directivos, fuera del circuito normal de otorgamiento de
tarjetas de empresa y que [...] habrían sido utilizadas en algunos casos para
fines no vinculados con la actividad de la entidad”. La fiscalía anticorrupción
enviaba este escrito, adelantado por EXPANSIÓN el 1 de octubre de 2014, al juez
Fernando Andreu, de la Audiencia Nacional, y se aceleraba la investigación de
uno de los mayores escándalos financieros de la historia: las tarjetas black.
Ayer
arrancó el juicio y, por primera vez, se sentaron en el banquillo los 65
exejecutivos y exconsejeros de Caja Madrid y Bankia, entre ellos, los
presidentes de ambas entidades, Miguel Blesa y Rodrigo Rato. Se les acusa de
apropiación indebida y administración desleal. Los imputados se gastaron 15,5
millones entre 1999 y 2012 en joyerías, tiendas de ropa, restaurantes, viajes,
ropa de marca o menaje del hogar.
No
obstante, el juez sólo juzgará la etapa posterior a 2003, durante la que los
procesados se gastaron 12 millones.
El
juez instructor concluyó que las tarjetas fueron emitidas “sin respaldo
contractual alguno”, que su uso “no tenía como finalidad gastos de
representación” y que, consecuentemente, el dinero debía considerarse como una
“retribución irregular”.
La
Fiscalía pide las mayores penas para Blesa, que gastó 436.688 euros con su
tarjeta opaca y se enfrenta a una petición de seis años de cárcel y una multa
de 108.000 euros. Pero es que además se le solicita el pago de una
indemnización de 9,3 millones por los gastos autorizados entre enero de 2003 y
enero de 2010. También para Rato, que se gastó 99.054 euros en hoteles de
cuatro y cinco estrellas, accesorios de Louis Vuitton o compras en tiendas (una
realizada en diciembre de 2010 por 2.439 euros). …
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Las ‘tarjetas negras’ de Caja Madrid dejan un reguero de cadáveresLas tarjetas ‘black’, juicio a toda una forma de gestionar |

EL
JUICIO por las tarjetas black no es el más importante al que se
enfrentan los gestores de Caja Madrid y de Bankia. Los 65 acusados que se
sientan desde ayer en el banquillo de la Audiencia Nacional defraudaron
presuntamente unos 12 millones de euros con el uso personal y sin control de
esas tarjetas opacas, mientras que el rescate de Bankia ha costado alrededor de
22.000 millones de euros, muchos de los cuales no se van a recuperar.
Pero
sí es el más significativo y el más mediático porque pone nombres y apellidos a
una nefasta forma de gestionar las cajas de ahorros, en la que políticos de
todos los signos, sindicatos y otras organizaciones sociales administraron unas
entidades para beneficio propio y de sus afines, fueran empresas o
particulares. Se asumieron inversiones ruinosas, se concedieron créditos sin
valorar los riesgos, se captaron ahorros de clientes sin informarles, se
multiplicaron los sueldos de los directivos... Fruto de esa nefasta gestión,
las cajas hoy han desaparecido y unos 300 directivos y consejeros se hallan
inmersos en procesos penales. Y todo ello ha costado más de 50.000 millones de
euros de dinero público.
Como
decimos, el caso de las tarjetas black es paradigmático en este sentido.
Se encuentran ante el Tribunal los principales administradores de Caja Madrid,
primero, y de Bankia, después, junto con consejeros representantes del PP, del
PSOE, de CCOO y de UGT, de organizaciones empresariales como CEOE y otras entidades
sociales. Todos se enfrentan a penas de prisión que oscilan entre los seis años
de Miguel Blesa y el año para los acusados que hicieron menos uso de las
tarjetas.
Evidentemente,
no todos tienen la misma responsabilidad penal en este proceso. Hay casos que
parecen claros, como los de los ex presidentes Blesa y Rato. El primero, porque
«consagró un sistema retributivo que carecía de todo amparo legal», en palabras
del fiscal del caso: «Cada uno de los miembros de la comisión de control tiene
una tarjeta Visa de gastos de representación, black a efectos fiscales»,
se lee en el correo electrónico, clave en este proceso, de 1 de septiembre de
2009 entre directivos de Caja Madrid. En el caso de Rodrigo …
Los acusados se revuelven
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«BFA,
Bankia y el Frob deberían ser expulsados como acusación particular». Así de
contundentes se mostraron las defensas de los 65 acusados en el caso de las
tarjetas black, en el primer día de un juicio que continuará hasta el
próximo 9 de diciembre y que ayer se prolongó durante más de ocho horas.
Con
una hora y 15 minutos de retraso –la cita congregó a más de 120 personas en una
misma sala–, el tribunal de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la
Audiencia Nacional, presidido por la magistrada Ángela Murillo junto a los
magistrados Teresa Palacios y Juan Francisco Martel, dio la palabra a los
representantes de los imputados. «¿Las acusaciones quieren proponer nuevas
pruebas?», preguntó la juez.
Dicho
esto, y de uno en uno, ninguno cejó en su empeño por demostrar que ni la
entidad financiera, ni su matriz Banco Financiero y de Ahorros, ni el Frob
(Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) están legitimados para ejercer la
acusación particular contra ellos, ya que no habrían sido ellos las víctimas
del despilfarro.
Fue
Hilario Hernández, el abogado del que fuera ex secretario de Estado de Hacienda
y ex consejero de Caja Madrid, Estanislao Rodríguez-Ponga, el que marcó la
pauta y puso sobre la mesa la denuncia sobre «la inexistencia de legitimidad de
Bankia y el Frob para estar como perjudicados».
«Bankia
y el Frob están pretendiendo, sin duda, ser las agraviadas», alegó la defensa
de Rodríguez-Ponga, acusado de gastar 255.372 euros. «¿Pueden serlo las dos a
la vez? Es imposible», insistió, para después advertir de que «fue Caja Madrid
la que atendió al pago de las tarjetas». En este sentido, el letrado recordó
que «todo se produjo con anterioridad a la segregación de BFA y Bankia», por
tanto, ninguna de las dos entidades «pudo satisfacerse, porque no existían». En
palabras de Hernández, «las tarjetas siguieron contabilizándose en Caja Madrid,
en ningún caso en BFA o Bankia. No tienen legitimidad para denunciar por los
hechos investigados». «No es posible percibir ningún perjuicio en Bankia»,
concluyó.
Las
defensas alegaron que pese a la creación de Bankia, Caja Madrid «mantuvo su
personalidad jurídica propia», que no fue heredada por Bankia, sino por la
Fundación Caja Madrid. «La única sucesora de Caja Madrid es su fundación. El
acuerdo de segregación permitió a Caja Madrid seguir actuando por su cuenta, si
bien con las funciones muy cercenadas», añadió el letrado.
«Los
gastos se produjeron antes de que Bankia tuviera vela en este entierro», se
jactó Hernández. Atendiendo a este criterio, la fundación sería la única que …
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Miguel Blesa, inspector de Hacienda, expresidente de Caja Madrid, y Rodrigo Rato, expresidente de Bankia ¡Vaya pájaros! |
Publicado por Alejandro Mon