Trump:
«América, primero»
Trump
volvió a echar la culpa de los problemas de Estados Unidos a los extranjeros, a
la globalización, y a la élite política nacional. «La riqueza de nuestra clase
media ha sido saqueada, y distribuida por todo el mundo», dijo. Ahora, eso se
ha acabado, porque «hoy transferimos el poder de Washington al pueblo. El
establishment se ha protegido a sí mismo, no a los ciudadanos».
Es un
mensaje que está en contradicción total con el Partido Re-publicano, al que
ahora pertenece Trump (en el pasado, ha sido también demócrata y estuvo a punto
de presentarse como candidato por el Partido de la Reforma en 2000). Los
republicanos son el partido del libre mercado, de la liberalización comercial y
del no intervencionismo del Estado en la economía. No es ése el caso de Trump.
Para él, el Estado debe ser fuerte, y tiene que proteger a los ciudadanos. Ésa
es una de las bases de su mensaje de ayer: «Tenemos que proteger nuestras fronteras
de los que nos quieren robar las fábricas y destruir nuestros empleos».
Era
una referencia no sólo a la deslocalización industrial, sino también a la
inmigración, una de las banderas de Trump que, sin embargo, solo tocó de forma
oblicua ayer, con referencias indirectas del estilo de «hemos defendido las
fronteras de otras naciones, mientras hemos rehu- sado defender la nuestra».
Era una alusión al archifamoso muro que Trump ha dicho que va a construir a lo
largo de la frontera entre Estados Unidos y México, y por el que entran entre
el 40% y el 50% de los inmigrantes indocumentados en territorio
norteamericano.
Pero, al hablar de las fronteras de otros
países, Trump también estaba tocando un aspecto controvertido de su política.
El presiden-te de EEUU ha cuestionado la utilidad de la OTAN, ha puesto en duda
que su país acudiera en ayuda de países de esa Alianza que …
AMERICA
INAUGURA LA ERA DEL TRUMPISMO
Donald
Trump va a segtúr siendo Donald Trump. Ni el boato de la toma de posesión del
cargo que había ansiado durante décadas fue capaz de elevar la foma y el discurso
del promotor inmobiliario neoyorquino. Es su personalidad. pero también su determinación
de ser comprendido y seguir conectado al «movimiento» de seguidores que le ha
llevado a la Casa Blanca.
Ayer, Estados Unidos no culminó sólo un traspaso de
poderes. Lo que se ha producido es un traspaso de un mundo a otro. El que representaban
las alusiones a los principios y va-lores de un presidente teórico y reflexivo,
profesor de Derecho, al del discurso directo y sin circunloquios de quien se
dispone a gestionar el país como una empresa.
Así. la
oratoria de un intelectual, a veces falto de ejecutoria política, dejó paso
ayer al discurso mitinero del primer multimillonario que se sienta en el
Despacho Oval, quien avisó de que va a pasar «inmediatamente a la acción». Con
un modo de hacerse escuchar
inequívocamente populista, pero también comprometido con movilizar el país
desde el minuto uno. Como el alto ejecutivo que pretende desperezar a su
compañía.
Escuchar
al presidente número 45 de los Estados Unidos de América remi-tía ayer a un
espíritu nuevo. que rom-pe con la sucesión de relevos que …
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El 45º presidente de EE UU juró ayer su cargo con un discurso «antiestablishment», vacío de contenido y repleto de eslóganes con los que prometió que los «ciudadanos recuperarán el poder» del país |
Trump abre una era populista y nacionalista
Fueron
16 minutos. Era su momento por más que él insistiera en que era el de los «ciudadanos estadounidenses
que hasta ayer han sido olvidados por los políticos». Era su carta de presentación.
Donald Trump sabía que
se producirían comentarios sobre cada palabra que pronunciara y por eso había
«estudiado» las intervenciones de sus antecesores, salvo las dos de Obama Se
mostró combativo, puño en alto y con el índice apuntador que tanto le
caracteriza.
Aunque la explanada frente al Capitolio no alcanzó la afluencia
que cosecharon los juramentos de su antecesor, los aplausos de los ciudadanos
que acudieron al capitolio contrastaban con las caras de estupefacción de los
congresistas presentes en el acto, donde también estaban Bill y Hillary Clinton
y George W. Bush.
Los
dardos contra el «establishment>, fueron lanzados desde el niciodel discurso
deTnunp. «Nosotros, los ciudadanos de EE UU nos hemos reunido con el esfuerzo de
reconstruir nuestro país y restaurar su promesa a todo nuestro pueblo. Juntos,
determinaremos el curso del país y el mundo en los próximos años …
Publicado por Alejandro Mon